EDILES LE DIERON SU GALARDÓN Y SE INTERIORIZARON SOBRE MEDICINAS Y PREPARADOS.
Integrantes del Concejo Deliberante capitalino entregaron ayer al histórico farmacéutico, Julio Fridman, el diploma que lo erige como Ciudadano Ilustre de Corrientes.
La emotiva ceremonia se concretó en el edificio de la emblemática Farmacia Corrientes (ubicada en Santa Fe esquina Bolívar) y cuyo edificio fue declarado en 2022 patrimonio histórico de la ciudad.
Fridman, de 92 años, recibió el título honorífico de manos del presidente del HCD, Marcos Amarilla, quien fue acompañado en la oportunidad por los ediles Esteban Ibáñez, Sandra Olivera, Gabriela Gauna, Yamandú Barrios y Rocío Báez.
El farmacéutico distinguido se mostró muy emocionado por el reconocimiento, recordó sus comienzos y valoró la importancia de la cultura del trabajo. Rodeado de familiares y empleados, Fridman resaltó: «Lo más importante es ser responsable con la labor que uno cumple. Mi mayor recompensa es que estén hoy todos ustedes aquí, conmigo».
Luego de las formalidades, Gerardo, uno de los hijos de Julio, quien también es farmacéutico, realizó una suerte de recorrida guiada por la farmacia, que vale decir, aún hoy realiza elaboración de diversas medicinas y apósitos que son una marca registrada en la ciudad.
Seis décadas de trabajo
Julio Fridman nació en la ciudad de Corrientes el 27 de octubre de 1932, y se radicó, junto a su familia, a temprana edad en la ciudad de Goya. Allí, luego de culminar el secundario partió rumbo a Córdoba para estudiar la carrera de Farmacia, cuyo título alcanza a principios de la década del 60.
Tras su profesionalización, volvió a la segunda ciudad correntina. Allí trabajó ad honorem en el Hospital Zonal «Dr. Camilo Muniagurria» y en la farmacia de Don Erasmo Balestra, quien le enseño la base de las preparaciones farmacéuticas y las formas de entablar relación con los pacientes para poder lograr que reciban el tratamiento adecuado.
«En 1965 sus padres le adquieren la Farmacia Corrientes en esta Capital, y desde ese momento inició una carrera incansable, en la que la disminución del sufrimiento humano fue su meta primordial, sin horarios, atendiendo a los necesitados al momento que le solicitan, yendo muchas veces a altas horas de la noche a suplir las necesidades y entregando la medicación urgente aún si el paciente no pudiese pagarla, sin pedir nada a cambio», consignaron desde el HCD.
Más acá en el tiempo, según narraron sus hijos y empleados, ya en plena pandemia del COVID 19 y siendo un anciano, no faltó ni un día a su trabajo porque estaba convencido de la necesidad de su tarea en momentos tan delicados.
Además, como hombre de profesión, fue presidente de la Cooperativa Farmacéutica de la Provisión Corrientes y por más de 30 años fue miembro de la Comisión Directiva del Colegio de Farmacéuticos del Taragüí, con una participación incansable y muy activa.
En virtud de todo ese bagaje laboral, el 24 de abril último, el Concejo Deliberante lo declaró Ciudadano Ilustre, máxima distinción honorífica que brinda el legislativo comunal, galardón destinado a aquellos vecinos con una dilatada actuación en cultura general, ciencia, investigación, educación, técnica o labor comunitaria y que su vida pública, profesional y privada pueda señalarse como ejemplo.