Mónica Millapi, una de las imputadas y detenidas por la desaparición de Loan Peña -y la única que cumple arresto domiciliario-, aseguró este lunes que «el chico solo no se pudo haber perdido» y que «alguien lo tiene que haber llevado». La mujer que estuvo en la escena en el campo de Corrientes aquel 13 de julio pasado desde cuando nada se sabe del niño, decidió salir a contar su versión.
Desde su casa en Neuquén, donde consiguió el beneficio de la prisión domiciliaria tras un pedido de revinculación con su familia que dispuso la Justicia, Millapi relató detalles de lo que ocurrió en el naranjal, ubicado sobre un monte, el día que Loan fue visto por última vez.
Aseguró que sospecha de «todos», pero no de su esposo Daniel «Fierrito» Ramírez -también detenido-. Sostuvo que fueron al almuerzo en la casa de la abuela de Loan de manera repentina. Y que, en el instante previo a la desaparición del nene, su marido atendió un llamado con «malas noticias», ya que estaba con problemas de salud.
Dijo también, en una entrevista con A24, que fue ella la que se dio cuenta que el nene faltaba y dio aviso a su esposo y a Antonio Benítez, el tío investigado.
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