En un clima marcado por la contienda electoral, los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y de Córdoba, Martín Llaryora, intensificaron hoy, jueves 9, la presión sobre el gobierno de Javier Milei y exigieron medidas concretas para eliminar o reducir las retenciones al agro, una demanda central de las entidades rurales.

«El campo no puede seguir financiando al conurbano bonaerense, una región improductiva que representa una pesada carga para el país», sentenció Pullaro, desatando una dura respuesta del Partido Justicialista bonaerense liderado por Máximo Kirchner.

El mandatario santafesino denunció que su provincia aporta entre 4.000 y 5.000 millones de dólares anuales en retenciones, recursos que, según argumentó, podrían ser reinvertidos localmente. «Nuestros productores no fugan divisas a paraísos fiscales, sino que reinvierten en maquinaria, construcciones y bienes que dinamizan la economía», subrayó durante un acto en la autopista Rosario-Santa Fe, una obra clave para el transporte de granos.

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