En uno de los grandes premios más teatrales de la era moderna, el multicampeón fue protagonista desde antes de la carrera y hasta que rodó por tierra justo antes de llegar a mitad del trayecto (vuelta 9), cuando circulaba al frente del pelotón, con más de dos segundos de ventaja sobre Pecco Bagnaia.
A su paso por el zigzag que preside el primer sector del circuito de Austin, Marc Márquez salió escupido al pisar un piano todavía mojado, y allí terminaron sus anhelos de lograr un pleno que habría sido histórico, en las tres primeras paradas del calendario. A pesar de recoger su Desmosedici del suelo y reincorporarse el 18º, la caída hizo que su Ducati perdiera el estribo derecho y la palanca del freno trasero, circunstancia que le forzó a abandonar cuatro giros después.
Un desenlace idéntico al que vivió en 2019, considerado su mejor ejercicio en MotoGP, que tanto recordó en la previa para tratar de frenar el ímpetu que volvió a traicionarse. Con el gran favorito en fuera de juego, Bagnaia aprovechó el patinazo para llevarse su primera victoria del año gracias al adelantamiento que le realizó a Alex Márquez en la cuarta vuelta de la prueba. El menor de los hermanos de Cervera, que volvió a cruzar la meta el segundo, sale de Estados Unidos como líder de la tabla general, con un punto de ventaja sobre el #93, y 12 sobre Bagnaia, el tercero.
El podio lo completó Fabio Di Giannantonio, que sigue en progresión pero que rodó solo la mayor parte del tiempo, mientras que Franco Morbidelli finalizó el cuarto. Jack Miller (quinto), en esas condiciones tan complicadas que le obligan a uno a redoblar su cautela, se posicionó como el mejor de entre aquellos que no compiten sobre una Ducati, a la vez que Marco Bezzecchi terminó el sexto.
« — Para ver la nota completa, ingrese a la url de la nota — »