La niña de trece años baleada en la cabeza, en una vivienda de Río Cuarto, falleció el sábado después de pasar dos días internada en la sala de terapia intensiva del Hospital San Antonio de Padua.
La pequeña sufrió una herida de bala en la parte occipital derecha, cuando estaba reunida con su hermana de 15 años y dos amigos de 17 años, el jueves a la tarde.
El equipo de salud del hospital regional logró estabilizarla pero las horas posteriores fueron fatales para la niña.
La principal hipótesis que sigue la investigación a cargo del fiscal Fernando Moine apunta a que el disparo salió de un arma calibre 32 cuando la víctima la manipulaba junto a sus amigos y sin la presencia de adultos.
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