Controvertido, picante y polémico. Darío Benedetto se caracterizó en el último tiempo por su fuerte temperamento, pero no por lo que mejor supo hacer en sus días de gloria: goles.
Después de 469 días sin poder anotar, el delantero argentino acordó la rescisión de su contrato con el Olimpia de Paraguay y su paso por el fútbol del país vecino dejará una huella con pena y un saldo negativo que los propios medios locales se encargaron de reproducir.
El Pipa había sido presentado en febrero de 2024 como la gran apuesta ofensiva del conjunto guaraní. Sin embargo, sus producciones no convencieron y cuatro meses después cerró su ciclo con un saldo de 13 partidos disputados (nueve en el Torneo Apertura, el de la Supercopa y tres en la Copa Libertadores) y ni un solo gol marcado, aunque aportó dos asistencias.
El atacante con pasado en Boca Juniors y Arsenal de Sarandí, entre otros equipos, llegó a Olimpia tras una etapa irregular en el Querétaro de México, con un contrato hasta diciembre de este año. Sin embargo, las lesiones —incluida una internación en abril por dengue— y las críticas constantes de los simpatizantes y la prensa precipitaron su salida. «El momento de romper con la racha fue imposible de revertir», señaló un portavoz del club paraguayo, que al anunciar su incorporación había hablado de «jerarquía total».
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