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La situación salió a la luz durante una convocatoria realizada por los padres frente al domicilio donde residía la modista, en un inquilinato en el barrio San Gerónimo. Según relataron los tutores, en diciembre de 2024 se firmó un acuerdo con la empresa «Infiniti», representada por Romero, para la confección de una chomba, remera y buzo. En un principio, el valor del conjunto era de 60 mil pesos, pero con el correr de los meses el precio fue aumentando: pasó a 90 mil en febrero, 120 mil para quienes pagaron fuera de término, e incluso algunos nuevos tutores habrían pagado hasta 160 mil pesos por el mismo servicio.

Romero mostró al grupo un modelo, compuesto por una muestra de tela turquesa y blanca y un pequeño bordado con la palabra «Malvinas». Sin embargo, desde entonces, comenzaron las excusas: primero un fallecimiento familiar, luego la pérdida de su hijo, y más recientemente, la propia muerte de la modista fue comunicada por quien se presenta como su esposo, Luis Toledo.

«El señor nos dijo que su esposa falleció ayer a las 9:20 de la mañana, pero a las 16:00 todavía estaba recibiendo transferencias de dinero. Es raro. Nos pidió que no lo molestemos, pero que él se hará cargo de las entregas en mayo», contaron los padres indignados. «Ya fallecieron tres personas desde que se hizo el contrato: un tío, un hijo, y ahora ella. Falta que fallezca Luis y no sabremos a quién reclamarle» señaló Ana, una de las tutoras damnificadas.

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